domingo, 20 de marzo de 2016

PRÁCTICA 12- La importancia de la familia en el desarrollo de la infancia


Cuando nos referimos a la familia, no solo hablamos de la familia como tradicionalmente conocemos, es decir, aquella conformada por una madre, un padre y los hijos. Hoy en día se entiende como familia al grupo de personas unidas por un parentesco que proporciona a sus integrantes protección, seguridad, afecto y apoyo emocional. Y es que está comprobado que la familia es uno de los principales agentes educadores en la vida de un niño.
Es evidente que la familia juega un papel fundamental al ser el contexto en el que las niñas y niños establecen sus primeros vínculos afectivos y en donde aprenden las primeras cosas. También es cierto que el modelo que el modelo familiar ha cambiado mucho desde entonces debido a diferentes motivos como la incorporación de la mujer al mundo laboral extradoméstico, el retraso de la edad de maternidad, el cambio en las tipologías familiares, el incremento de la esperanza de vida... 
Según Barudy, los buenos tratos de los niños, aseguran el buen desarrollo y el bienestar infantil y son la base del equilibrio mental de los futuros adultos, y por tanto, de la sociedad.
EL punto de partida podría ser la capacidad de los padres y madres para responder correctamente a las necesidades ya sean: de cuidad, de educación, de valores, de protección, empatía y apego. Si se consigue, permitirá a los niños crecer como personas capaces de tener una buena autoestima y ser buenos con los demás.

Pero hay diferentes tipos de ambientes que pueden hacer cambiar la visión de los niños y niñas si no es un ambiente como lo nombrado anteriormente:
  • Ambiente familiar autoritario
Es el ambiente en el cual el niño es educado para obedecer completamente a los adultos y darles siempre la razón (Torres Y Hernández).
En este tipo de ambientes el niño no tiene mucha posibilidad de explorar ni de ponerse a prueba, simplemente obedece órdenes. También puede pasar que se desarrolle en una persona agresiva y hostil.

  • Ambiente familiar donde no hay normas definidas
En este tipo de ambientes se deja al niño completamente libre para que haga lo que quiera. Los padres no establecen límites, lo cual hace que el niño se confunda y no consiga diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. Además no reciben un castigo cuando cometen faltas. Esto hace que el niño no encuentra la figura que lo oriente sobre lo bueno y malo, crece inseguro, si seguridad, no sabrá resolver conflictos y será complicado que sean empáticos.
  • Ambiente familiar agresivo
El niño crece en este ambiente e imita las acciones agresivas.
El desarrollo de la agresividad se construye si el ambiente es violento ya que los niños realizan acciones violentas y construyen un razonamiento que la justifica. En este tipo de ambientes, el niño suele estar maltratado











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